Manifiesto de la sostenibilidad editorial. Parte II

En los inicios de la actividad editorial apostamos por la publicación digital de nuestros títulos. De esa manera contábamos con el ahorro de costes fijos en impresión y gracias al llamado coste marginal 0 dábamos el paso necesario para empezar. Por otro lado, la escasez de recursos económicos en este caso desembocaba a no usar papel impreso. Alejarnos del proceso de deforestación en aquel momento nos llevaba a ser decrecentistas sin saberlo.

Al poco tiempo de lanzar nuestro segundo libro de la colección Artes y Estudios –Una música para el «Nuevo Estado» música ideología y política en el primer franquismo– nos escribieron futuros lectores demandando el formato físico. Entendemos que, dentro de nuestra especialidad, este formato de reproducción en dispositivos electrónicos le queda bastante por mejorar para los estudiosos, universitarios, académicos, amantes subrayadores, apuntadores de márgenes, coleccionistas bibliómanos o bibliógrafos, y en definitiva quien prefiere el papel. Durante el tiempo que tuvimos el mismo título en los dos formatos, el papel ganó por goleada en ventas. Quienes preferían el digital estaban encantados de hacer una búsqueda “cmd + f” para encontrar aquellas partes que se busca en una investigación (siempre y cuando fuera un archivo PDF, su dispositivo reconociera la tipografía del archivo y no diera problemas de compatibilidad). Pero no se puede tener todo en esta vida, como se suele decir, y el formato papel era el preferido entre nuestros lectores. La decisión estaba clara.

Con la inquietud de seguir siendo decrecentistas, y siendo ahora más conscientes de ello, para las nuevas ediciones utilizamos papel de certificados FSC que aseguran la sostenibilidad de las materias primas forestales que emplean en su producción. En las nuevas publicaciones, desde que publicamos el número 5 de la Revista Diferencias, o la reedición de Dolor, represión y censura política en la cultura del siglo XX, con la certificación FSC ofrecemos la garantía de que la superficie forestal de donde procede el papel de nuestros libros está siendo gestionada de manera sostenible, desde una óptica ambiental, social y económica.

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